Seguí el consejo de un comentarista anónimo y me compre Bioshock [1], un juegazo que refleja la filosofía objetivista de Ayn Rand desde una visión critica. Se trata de un shooter en primera persona bastante innovador, pero que, además cuenta con una historia de lujo, apta para el cine (como creo que tienen proyectado hacer). Bioshock nos sumerge en Rapture, una distópica ciudad subacuática construida por el empresario objetivista Andrew Ryan, el cual, al igual que Ayn Rand es un exiliado de la Unión Soviética que odia el mundo del s.XX dominado por los saqueadores. En un principio, Rapture, fue un lugar muy prospero, donde acudían distintos exiliados de todo el mundo en busca de un lugar donde desarrollar sus visiones y habilidades en libertad. El progreso cientifico llega al punto de descubrirse una droga que permite realizar proezas sobrehumanas. Debido a esta, no sé muy bien porque (aún no lo he terminado) se produce una guerra civil entre los partidarios del constructor Andrew Ryan y de un hombre llamado Frank Fontaine.
Cuando nuestro protagonista llega a la ciudad debido a la casualidad de un accidente de su avión, descubre las ruinas de esta ciudad de ensueño plagadas de adictos a la droga en cuestión armados y dispuestos a todo por hacerse con la preciada sustancia. Pero esto no es nada fácil, puesto que esta sustancia solo se puede obtener de unas siniestras niñas protegidas por unos inmensos buzos que las cuidan como inmensas figuras paternales. Deberemos de vencer a estos padres de acero y entonces se nos planteara la decisión moral de cosechar a las niñas obteniendo más habilidades especiales para poder sobrevivir entre los maníacos que se abalanzan sobre nosotros, o salvarlas, aumentando la dificultad del desarrollo y alterando el final del juego. ¿Los fines justifican los medios?
Según los desarrolladores del juego, no se trata a un ataque al sistema de creencias del objetivismo, por el cual dicen tener simpatía, sino una critica a la extrema convicción que Rand tenía en el mismo, sin pararse atrás a mirar si iba por el buen camino. Yo, al igual que el Ayn Rand Institute, creo que es muy bueno que se haga un juego con este trasfondo, porque hará que mucha gente conozca a Ayn Rand y pueda tomar sus propias conclusiones sobre el objetivismo. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un juego que hace un año recibió calificaciones que iban de 9 a 10, por las distintas revistas a ambos lados del atlántico.
Como nota anecdótica, decir que en la ciudad se equipara a los contrabandistas con los saqueadores, "son amigos" repite machaconamente la propaganda, lo cual, unido a la pena de muerte decretada por contrabando, me hace sospechar que Rapture no hubiera sido un hogar acogedor para los agoristas (ni para los anarquistas en general, ya que después de todo sería un estado).
“Gregory, no venga gimoteando a mí por las fuerzas del mercado. Y no espere verme castigando ciudadanos que demuestran un mínimo de iniciativa. Si no le gusta lo que Fountaine está haciendo, bien, yo le sugiero a usted que encuentre la manera de ofrecer un mejor producto”.
Andrew Ryan, fundador de Rapture.[1] Por razones obvias, cualquier comentario con spoilers será eliminado.