martes, agosto 28, 2007

SOBRE LA IMPOSIBILIDAD DEL ANARCOCAPITALISMO ( RESPUESTA A DRAGONMAPUCHE) Parte 2ª

Continua mi debate con Domovilu sobre la viabilidad del liberalismo científico, a continuación voy a intentar rebatir sus criticas de la mejor forma que pueda. En este post me centrare en la prostitución (mercados regulado vs a mercado libre de coacción estatal) y en su modelo ideal de democracia “más representativa”. El tema de la libertad de armas que tanto le preocupa lo reservo para otro post. Por partes:

-El tema de regularizar la prostitución: Cuando existe una demanda insatisfecha de un bien o servicio (drogas, armas, prostitución..), y por tanto una oportunidad de negocio, aparecerá un empresario que ofrecerá ese bien o servicio con el objetivo de ganar dinero. Si el objeto de ese comercio es prohibido por el Estado, el empresario ceara nuevos modelos de negocio, que permitan esquivar esta barrera legal. Se crearan mercados negros, se sobornara y se inventaran mecanismos cada vez más perfeccionados para satisfacer a los consumidores, sumando una cuantiosa prima por el riesgo al precio final del producto y por supuesto aprovechando una menor oferta del bien en el mercado y una menor y más difusa competencia en el sector, para cobrar precios más altos. Los funcionarios y políticos en su gran mayoría participaran del negocio cobrando cuantiosos porcentajes por hacer la vista gorda y deteniendo a los competidores de los “empresarios negros” amigos para promocionar dentro de la jerarquía de la mafia estatal y proteger el mercado de sus socios. No obstante estos corruptos son en realidad los mejores de entre los suyos, los peores son los “cruzados” incorruptibles, fanáticos y dictadores que intentan imponer sus convicciones morales por la fuerza de las armas al resto. Hablo de personajes tan despreciables como Eliot Ness que irónicamente murió de cirrosis.

Lo que quiero decir es que es imposible detener estos transacciones voluntarias prohibiéndolas salvo si nos convertimos en un estado totalitario (y ni con esas, si la URSS no se hundió antes fue gracias a los mercados negros que funcionaban a base de sobornos). Del mismo modo que fue imposible hacer que la gente dejara de beber promulgando la criminal ley seca, más bien sucedió al contrario.

La prostitución a mi personalmente no me parece algo inmoral (como tampoco me lo parece el consumo de estupefacientes o la tenencia de armas personales), entiendo y me parece muy respetable que haya gente que tenga otras convicciones morales (católicos, tolstoyanos, hippies...). Ahora bien, si hablamos del Derecho, una persona tiene derecho al disfrute de su cuerpo y su propiedad como más le guste, siempre y cuando no invada agresivamente el ámbito de propiedad de otra persona (no cometa un crimen). Dos personas que se relacionan voluntariamente comprando y vendiendo sexo no están cometiendo ningún acto criminal (da lo mismo lo que diga la legislación positiva). Además hay mucha gente que no puede disponer de sexo si no es pagando y muchas chicas que vienen de países pobres sin formación que solo disponen de su cuerpo para obtener ingresos, ambas partes ganan en la transacción, si no esta no se hubiera producido.

Si es cierto que se dan fenómenos criminales en el mundo de la prostitución, por ejemplo cuando un grupo criminal obliga a prostituirse a alguna chiquilla mediante engaños, misticismo o la mera amenaza del uso de la violencia. Aquí hay claramente una violación de los derechos de propiedad de estas personas. La situación de fuera de la ley en la que se encuentran las víctimas (bien por ser prostitutas, bien por ser “inmigrantes ilegales”) hace que no puedan recurrir a la justicia (ni siquiera a la monopólica del Estado), del mismo modo que cuando a un empresario de la industria de la marihuana no puede recurrir a los tribunales cuando es víctima de un hurto. Es decir las violaciones de derechos se apoyan en la situación de represión estatal contra ese sector.

Ahora bien, creo que un sistema mejor que la regulación coactiva, que tiene como principal objeto cargar de impuestos esta actividad (¿alguien esperaba otra cosa de una banda de ladrones como diría Santo Tomas?), es el orden espontáneo.

La regularización implica que va a haber gente que no cumpla los requisitos de la legalidad impuestos ilegítimamente por las leyes estatales (a mi me llevo años ver esta idea de ilegitimidad de los mandatos estatales y de la misma existencia del Estado, así que no sufras), y por tanto que va a proseguir en la clandestinidad. Por ejemplo, en Amsterdam uno puede encontrar todo tipo de drogas en el mercado negro a pesar de existir una regulación mínima de las drogas blandas, además muy fácilmente (lo se por experiencia).

Esta regulación coactiva seguramente contravendrá los derechos de propiedad, al tener los legisladores estatales incentivos para ello. Sin ir más lejos en tú ejemplo, junto a legítimas expectativas de comportamientos derivadas del derecho de propiedad (no ser maltratadas, no ser contagiados de infecciones venéreas, no ser obligadas a la prostitución...), metes por la puerta de atrás cosas como:

a)”Los clientes de las prostitutas tienen derecho a ser recibidos con discreción en un entorno agradable.”

Esta norma es el típico precepto legal, fruto no de la doctrina jurídica, sino del supuesto buenismo político, que no se sabe muy bien como se cumple y lleva a la libre interpretación y la restricción de las libertades

¿Que es exactamente un entorno agradable? ¿Habrá que recurrir a un reglamento para que nos lo explique dictaminando nuestras vidas hasta el detalle? ¿O dejamos la puerta abierta para demandas e interpretaciones judiciales descabelladas?

¿Y si al cliente le gusta que le aten en un sótano apestoso y le practiquen una buena sesión de BDSM? ¿O a qué le humillen públicamente saltándose ese requisito de discreción? Alguien podría decir que si la víctima accede a este trato no pasa nada. Ya, ¿pero quien se va a arriesgar a dar un servicio así para luego poder ser demandado por incumplir la Ley?. Desde luego solo alguien que opere en un mercado negro.

b) “Las mujeres que abortan tienen derecho a un tratamiento médico responsable que cumpla todas las normas de la seguridad clínica.”

¿A cargo de quien? ¿Del contribuyente? ¿De sus empleadores aunque no este dentro del pago acordado contractualmente? Este supuesto “derecho social” (como todos), no es un derecho, es un privilegio injusto a costa de los derechos de otra persona.

Dice Domovilu que las “leyes se deben adaptar a las necesidades de la sociedad”.

¿Y quien es el encargado de saber las “necesidades de la sociedad”? Desde luego no el político que basa su actuación en una racionalidad política que le obliga a pensar en periodos de 4 años, que tiene que servir a los intereses privados de aquellos grupos de presión que le han impulsado si quiere seguir donde esta (haciéndolos pasar por el interés general e imponiéndolos al resto) y que además, como nos enseña la escuela austriaca de la economía esta ciego ante las necesidades reales debido a que al carecer de precios de mercado no tiene guía racional para tomar sus decisiones económicas (y legislar solo es otro tipo de las mismas).

-“el Estado está más o menos conformado por las personas que “nosotros” hemos colocado allí. ¿Que una vez “allí” olvidan sus promesas y se dedican cada cual a perseguir su propio beneficio? Bien: ¡eso es por culpa NUESTRA!”

El tema de la representación política en la democracia daría para un post temático, y además ya hay quien ha escrito sobre el tema mucho mejor que yo. Así que, simplemente voy a exponer un par de ideas básicas que contradicen esta afirmación.

En primer lugar no se puede presuponer, como hacen los partidarios de la democracia y los ancaps que promueven la abstención, que el acto de votar implica aceptar la legitimidad de un sistema coactivo basado en la aceptación de la mayoría del cuerpo electoral. El sistema estatal se caracteriza por la coacción, cada ciudadano se ve a si mismo esclavizado por el voto de los demás, y solo le queda la opción de participar en la votación para intentar reducir la coacción hacia su persona dirigiéndola contra otros. Los votantes se ven inmersos en una guerra que nunca habían elegido, sin otra opción responsable que la de participar en el sistema del mismo modo que un animal acorralado solo puede luchar por su vida. En mi caso, y ante la falta de una opción electoral libertaria, seguiré votando al PP Asturiano mientras lo considere la opción menos mala. Otra cosa es que haya decidido desligarme totalmente del mismo y no soportar con mi trabajo ni con mi dinero a los saqueadores de dicha organización mafiosa.

Aun asumiendo esta legitimidad de la agresión sistemática en base a un irracional principio numérico, la actual democracia (por lo menos en España) se basa en la elección de grupos cerrados de políticos elegidos internamente por el status quo del partido. Los programas, además de tender a la igualación de contenidos y al socialismo, se venden como un bloque hermético, lo aceptas o no. Lo cual impide que se pueda castigar electoralmente un abuso a no ser que sea de proporciones monstruosas. Además, al ocultar los costes (económicos y de oportunidad) de las políticas públicas, al no percibir el ciudadano que dichos costes caen sobre sus espaldas de una forma tan clara como ocurre en el mercado, se favorece la irresponsabilidad en la votación, es decir, se vota más con el “corazón” que con el bolsillo.

-En cuanto a las soluciones que propones:

1) Exigir la democratización del Sistema Judicial

La democratización parcial del sistema judicial español solo ha conllevado la muerte del principio liberal de la división de poderes, el auge del enchufismo político y, en suma, la arbitrariedad consustancial al estado al cuadrado.

La mejor forma de lograr que los usuarios de la justicia puedan decidir que jueces son los mejores y cuales deben desaparecer es introducir la libre competencia de jueces y tribunales de una sociedad sin monopolio judicial, después de todo la democracia solo es una mala copia del mercado.

2) Exigir una mayor participación popular en la erogación de las leyes, mediante plebiscitos, referéndums mociones, etc.

En primer lugar esto exige un mayor gasto del contribuyente, tanto en dinero como en el tiempo que le supone estar al día de estos acontecimientos políticos y desplazarse a votar constantemente perdiendo días productivos (usualmente los políticos trasladan coactivamente este coste a los empleadores). En segundo lugar este método implica que la coacción sobre la vida de las personas continuara, solo que se trasladara de una elite política de forma parcial al cuerpo electoral, con lo que dichos crímenes se envolverán aun más en un nebuloso manto “democrático” de legitimidad. Además si todo se decidiera directamente por medio de referéndum estaríamos ante un sistema impracticable, necesariamente deberá existir un filtro estatal que dictamine que elecciones son “adecuadas” para el público y cuales no.

3- Habría que articular un mecanismo mediante el cual, cada político que finaliza su período gubernamental, fuese sometido automáticamente a una investigación pública (podría ser judicial o periodística, o una hábil combinación de ambas), y debiera demostrar de forma fehaciente que no se ha enriquecido ilícitamente, que no ha aceptado “coimas” ni soborno, etc. Ningún político debería poder volver a presentarse a elecciones, hasta no haber demostrado más allá de cualquier duda que en su período anterior en el gobierno, actuó con pulcritud y honestidad.

Todo esto podríamos englobarlo en una categoría genérica de “limites a la acción de los políticos”. A mi también me gustaría que existiesen esos mecanismos a día de hoy, pero el problema es que quien tiene las llaves para abrir esa puerta es la misma casta política, esa que siempre consigue ponerse de acuerdo para subirse el sueldo y defender sus privilegios. La pretensión de que el poder se autolimite gradualmente a si mismo me parece utópica en el sentido de que los políticos no se van a hacer el harakiri. La única solución posible que veo sería un partido (la opción de un candidato se descarta por la estructura interna de los partidos españoles) formado por libertarios incorruptibles que hicieran reformas de una forma revolucionaria al llegar al poder.

4- El Estado y sus instituciones deberían estar obligados a pagar las consecuencias de sus abusos y/o errores, indemnizando consecuentemente a los damnificados por su incorrecto accionar

El problema, querida Domovilu, es que el Estado no dispone de ingresos propios, salvo los que depreda de la sociedad. Por tanto al exigir restitución a cargo de las cuentas estatales es exigir mayor coacción y que los inocentes paguen por la culpa de los políticos/funcionarios responsables. Lo cual no incentiva mucho que se diga la actuación responsable, después de todo la cuenta la pagara otro. Esto no sería así en una agencia de protección en un mundo basado en la Ley Natural Libertaria. Estas agencias, en tanto directamente responsables y con un patrimonio propio con el que responder deberían restituir a la victima en casos de culpa o negligencia.

No se como acabara este experimento de introducir a una persona en las ideas liberales saltándose el paso que muchos dimos en su día: el liberalismo utópico. Desearía ser lo bastante bueno en mi argumentación para al final lograr convencerte.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué lástima que en este momento no tenga el tiempo que requiere leer tu post. Prometo regresar a leerlo.

Saludos de un libertario guatemalteco.

Anónimo dijo...

Stewie, ha quedado lo suficientemente divulgativo para ser entendido por cualquiera no hecho a palabros como praxeología, ley policéntrica o similares.
A veces olvidamos que hay que llegar a la gente, que no todo el mundo se va a leer Man, Economy and State en inglés.
Nos encerramos sobre nosotros mismos en un círculo vicioso de autocomplacencia masturbatoria.
Necesitamos una verdadera PEDAGOGÍA LIBERTARIA, panfletistas y hombres de acción y calle.
Mientras tanto seguiremos en contacto los 4 de siempre y el mundo seguirá su camino ajeno a nuestra preocupaciones.

Anónimo dijo...

Stewie, normalmente leía tu blog pero ultimamente tenía un poco dejado el tema de leer blogs x internet. He vuelto x aki y esta todo cambiado con lo cual me he leido todos los post "sobre la imposibilidad..." Es cierto que el mercado de competencia lleva a las empresas a mejorar y a buscar nuevas tecnicas e innovar para ganar a sus competidores, pero no crees que en un estado en el que "lo público" no exista, las empresas privadas podrían hacer uso de tacticas poco éticas para vencer a sus rivales?

Próximamente escribire como sería para mi el estado idóneo en el blog que comparto con mi hermano (Nak) que creo que esta en el foro del partido libertario.

Un Saludo!

Stewie Griffin dijo...

Chema encantado de verte por aqui.

"en un estado en el que "lo público" no exista, las empresas privadas podrían hacer uso de tácticas poco éticas para vencer a sus rivales?"

No acabo de entender a que tácticas poco éticas te refieres exactamente. Si piensas en algo tipo vender por debajo de coste para arruinar a un competidor te diré que si. ¿Pero acaso es esto tan malo? el beneficiado es el consumidor que puede adquirir los servicios de la empresa grande más baratos, mientras esta estará pagando la diferencia de su propio dinero.

Si te refieres a practicas criminales (invasivas de la propiedad ajena), podrían pero se arriesgarían a perder clientes y a una sanción restitutoria de mano de un tribunal privado en función de una acción interpuesta por la víctima del crimen. Una vez la sentencia sea firme la empresa agresiva tendrá que indemnizar a la víctima o arriesgarse a la aplicación por la fuerza de mano de la misma víctima o su agencia de seguridad. El agresor, seguramente, no podrá acudir a su propia agencia en contra de una sentencia firme porque, por lo general a las agencias no les interesara asegurar a clientes conflictivos o que no acepten las decisiones judiciales (siendo estas unas más que probables cláusulas de nulidad del acuerdo de protección), porque a diferencia del Estado no pueden externalizar los costes de una guerra, por lo que estas agencias intentaran impedirlas por ser malas para su propio negocio.

Actualmente las empresas pueden comprar a políticos o contratar a lobbys especialistas para aprobar resoluciones, licencias, prohibiciones... en su propio beneficio para acabar con la competencia. El estatismo beneficia a los grandes, que generalmente están coaligados con los gobernantes, en el libre mercado según crece una empresa pierde operatividad, gestiona peor sus recursos y puede ser "comida" por una empresa pequeña más dinámica e innovadora. El viejo miedo socialista de que el capital cada vez se concentra más hasta lo lograr un monopolio universal es una memez, ya que en el momento que una empresa es la propietaria de toda una zona amplia, incluyendo todos sus servicios, etc.. carece de precios de mercado para poder asignar sus propios recursos y se vuelve tan ineficiente como un estado.

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