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martes, octubre 13, 2009

Entrevista a Ayn Rand sobre la religión en Playboy


(Revista Playboy Marzo, 1964)


Playboy: Dicen que usted ha hecho el siguiente comentario, "La cruz es el símbolo de la tortura, del sacrificio de lo ideal a lo no-ideal. Prefiero el signo de dólar". ¿De verdad cree que dos mil años de cristianismo se pueden resumir con la palabra "tortura"?



RAND: Para empezar, yo nunca he dicho eso. No es mi estilo. Ni literariamente ni intelectualmente. Yo no digo que prefiero el signo del dólar – eso es una tontería barata, y por favor deje esto en el texto. No sé el origen de esa cita en particular, pero el significado del signo del dólar es evidente en Atlas Shrugged. Es el símbolo, claramente explicado en la historia, del libre comercio y, por tanto, de una mente libre. Una mente libre y una economía libre son corolarios. Una no puede existir sin la otra. El signo del dólar, como símbolo de la moneda de un país libre, es el símbolo de la mente libre. Más que eso, en cuanto al origen histórico del signo del dólar, aunque nunca se ha demostrado, una hipótesis muy probable es que represente las iniciales de los Estados Unidos. Eso en cuanto al signo de dólar. Ahora quiere que hable sobre la cruz. Lo que sí es correcto es que yo considero la cruz como el símbolo del sacrificio de lo ideal a lo no ideal. ¿No es eso lo que significa? Cristo, en términos de la filosofía cristiana, es el ideal humano. Personifica lo que los hombres deben tratar de emular. Sin embargo, según la mitología cristiana, no murió en la cruz por sus propios pecados, sino por los pecados de gente no-ideal. En otras palabras, un hombre de perfecta virtud fue sacrificado para hombres que son viciosos y quienes se supone que esperan o aceptan ese sacrificio. Si yo fuera un cristiano, nada podría indignarme más que eso: la noción de sacrificar el ideal al no-ideal, la virtud al vicio. Y es en nombre de ese símbolo que se les pide a los hombres que se sacrifiquen por sus inferiores. Así es precisamente cómo se utiliza el simbolismo. Eso es tortura.



Playboy: No hay alguna religión que, en su opinión, haya ofrecido alguna vez algún valor constructivo a la vida humana?



RAND: La religión como tal, no – en el sentido de una creencia ciega, una creencia sin base en, y contraria a, los hechos de la realidad y las conclusiones de la razón. La fe, como tal, es extremadamente perjudicial para la vida humana: Es la negación de la razón. Pero hay que recordar que la religión es una forma primitiva de filosofía, que los primeros intentos de explicar el universo, de darle un marco de referencia coherente a la vida del hombre y un código de valores morales, fueron hechos por la religión, antes de que los hombres crecieran y se desarrollaran lo suficientemente para tener filosofía. Y, como las filosofías, las religiones tienen algunos puntos de moral muy valiosos. Ellas pueden tener una buena influencia o principios adecuados que inculcar, pero en un contexto muy contradictorio y, con una – ¿cómo puedo decir esto? con una base peligrosa y malevolente: una base de fé.



Playboy: Entonces usted diría que si tuviera que elegir entre el símbolo de la cruz y el símbolo del dólar, ¿usted escogería el dólar?



RAND: Yo no aceptaría tal opción. Dicho de otra forma: Si tuviera que escoger entre fe y razón, yo ni siquiera consideraría la opción concebible. Como ser humano, uno escoge la razón.



martes, septiembre 30, 2008

Federico, el intervencionista oscuro (Actualizado)



Federico Jimenez Losantos, conocido showman radiofónico y analista político, con el que comparto agregador de feeds nos muestra explicitamente cual es su opinión del anarco-capitalismo. Aunque también podría haber titulado esta entrada como "El Argumento Fantasma". Supongo que el artículo visto aquí es verdadero. No es que muestre ninguna critica imaginativa o nueva, pero, por su interés lo he recogido en mi bitácora.

PD: Si es un fake no tengo problema en quitar el post (pero parece que no lo es).


INTERVENIR A OSCURAS // FEDERICO JIMENEZ LOSANTOS //El Mundo 30-Sep-2008

Pocas cosas me causan más repugnancia intelectual que eso que llaman anarco-capitalismo, fantasía universitaria que se permiten ciertos países donde el Estado de Derecho no es una vehemente aspiración de la ciudadanía sino algo heredado desde hace varias generaciones. Para los liberales el Estado de Derecho es condición esencial, irrenunciable, imprescriptible. Sin Derecho puede haber libertades, las que uno se toma porque la libertad es también irrenunciable, inseparable de la dignidad humana. Lo que no habrá es un ámbito de mercado digno de este nombre, donde rijan los tres principios básicos del liberalismo: Libertad, Igualdad, Propiedad. Recordémoslos: Libertad de expresión, reunión y asociación, y de negocio con quien libremente se quiera. Igualdad de los ciudadanos ante la Ley. Propiedad blindada ante los previsibles abusos del Poder. Eso es el Estado Liberal y el estado de cosas sin el que el liberalismo no puede existir. ¿Ha de intervenir el Estado? Dentro de la división y equilibrio de los tres poderes -Ejecutivo, Legislativo y Judicial- y contando con la necesaria transparencia que procura la libertad de expresión dentro de una pluralidad de medios de información y opinión, claro que el Estado tiene que intervenir. Sobre todo, para no desaparecer, para que la sempiterna tendencia a abusar del Poder por parte del Gobierno o de grupos particulares no convierta el Estado en una cáscara vacía donde infinitos funcionarios amontonaban en tiempos de Azaña «lentitud, papelotes y puntas de cigarrillos». ¿En nuestro tiempo? Pues lentitud, papelotes y colillas en la puerta de los edificios públicos y hasta privados.

Puesto que el liberalismo desconfía de la infalibilidad de las leyes y no digamos de los individuos que las hacen y ejecutan, la intervención del sistema financiero en los USA no repugnaría en absoluto los principios del mercado si tratara precisamente de asegurarlo. Sólo los analfabetos funcionales, tan abundantes en la progresía, pretenden que para los liberales cuanto menos intervención, siempre mejor. Eso depende. Lo que no admite es una intervención sin claridad en el procedimiento, nitidez en los fines y el costo claro del proceso, puesto que al final son los ciudadanos los que lo pagan. Y son esas tres cosas las que faltan en la intervención proclamada por Bush, respaldada por los aparatos de los dos grandes partidos y rechazada abrumadoramente por los ciudadanos. No se sabe qué datos terroríficos llevaron a una intervención fulminante, no se sabe lo que se interviene -decir sistema financiero, es decir mucho pero nada- y tampoco se sabe lo que va a costar la intervención. O sea, que ni razón, ni objeto, ni tiempo ni coste; ninguna de las condiciones que legitiman cualquier intervención se dan aquí. Yo no veo liberalismo y democracia por ninguna parte. Al revés: todo parece oscuro y a oscuras

Actualización:



Menudo cantante!

viernes, septiembre 26, 2008

¿El Estado es una asociación voluntaria? Contestación a Tsekub

Tsekub ha planteado que según los supuestos anarquistas de mercado acerca de las relaciones laborales, debería de hacerse una analogía y determinar que el estado es legitimo, dado que quien no quiera someterse a su dominio, generalmente, puede irse del mismo.

Esta muy bien su argumentación, sobre todo si la comparamos con la no argumentación de ciertos foreros, también anarco-colectivistas, de a las barricadas. Pero tengo que decir que no es esencialmente nueva. No obstante, creo que estaría muy bien responder, así que voy a resumir los argumentos en contra de su afirmación.

En primer lugar Tsekub plantea más o menos nuestra postura sobre las relaciones salariales, en las que ambas partes voluntariamente deciden participar:

hay coacción si y sólo si el capitalista obligase, mediante la fuerza física, al trabajador a permanecer en su lugar de trabajo y a trabajar.

Efectivamente no existe coacción cuando la relación es voluntaria, es la diferencia entre trabajar a cambio de un pago (intercambio de valor por valor) y trabajar bajo amenaza del uso de la fuerza (esclavitud). Aunque no es el objeto de este post centrarme en este tema, hay que tener en cuenta que el poder político como autoproclamado distribuidor de títulos de propiedad en la sociedad genera escasez en la oferta de trabajo, esta restricción en la competencia influye poderosamente en reducir las alternativas del asalariado, haciendo que muchas empresas puedan permitirse ofrecer pesimas condiciones laborales, en lugar de competir para atraer trabajadores.

Tambien cabe aclarar que la necesidad no confiere derechos, tú no tienes el derecho a imponerme obligaciones unilaterales en base a tus necesidades. No existe un derecho al "trabajo para vivir", que implicaría la agresión hacia otros individuos, sino que existen los derechos a que nadie te impida por la fuerza contratar libremente para emplearte, emplear, vender y comprar para obtener un beneficio legitimo y a que se respeten los contratos voluntarios, lo cual incluye el pago integro de lo acordado. El jurista anarquista Lysander Spooner diferenciaba entre dos tipos de deberes - la otra cara de los derechos, desde el punto de vista de la otra parte-, por un lado los "deberes legales" (no usar la violencia ofensiva, no defraudar, pagar las deudas) que son exigibles mediante la fuerza defensiva, y los deberes morales (ayudar a los necesitados, etc) que no son exigibles por la fuerza:

"El hombre tiene ciertamente para con sus semejantes muchos otros deberes morales; así, tiene que alimentar a los hambrientos, vestir a los desnudos, cobijar a los que no tienen techo, cuidar a los enfermos, proteger a los indefensos, ayudar a los débiles, enseñar a los ignorantes. Pero estos deberes son simples deberes morales, y con relación a ellos cada hombre es el único juez capaz de decidir por sí mismo, en cada caso particular, cómo y hasta que punto podrá o querrá cumplirlos. Las cosas son diferentes cuando se trata de sus deberes legales -, estos que consisten en una conducta honesta en lo que se refiere a sus semejantes: en este punto, sus semejantes tienen no solamente el derecho a juzgar, sino, en vistas a su propia protección, el deber de hacerlo. Y, en caso que sea necesario, tienen el derecho de obligarlo a cumplir sus deberes legales; lo que se podrá hacer ya sea a título individual o por concertación. Del mismo modo, lo podrán hacer al momento, si la situación lo exige, o después de deliberarlo, y de manera sistemática, si lo juzgaran bueno, y la situación lo permite".

Que un empleador sea un cafre, y que tú no tengas mas remedio que, al menos momentáneamente, trabajar para él, puesto que tu situación es, hipotéticamente hablando, realmente desesperada y no existen otras opciones (de nuevo aclaro que es una hipótesis), no te da derecho a imponerle obligaciones especiales en base a tu necesidad, más allá de los generales derechos de propiedad (no agredirte, etc...) y de aquello que ambos habéis acordado voluntariamente.

Por ejemplo, un convenio colectivo impuesto por el estado a través de carteles de obreros y empresarios (los llamados "agentes sociales"), no es un contrato voluntario. El acuerdo debe de hacerse en virtud de la voluntad las personas interesadas (como en cualquier otro ámbito), o en otras palabras "si nadie trabaja por ti, que nadie decida por ti".

Además, ¿Sería mejor para ti si no existiera la opción de trabajar para el cafre? ¿Estaría en mejor posición sin él (dadas las desesperadas condiciones en las que hipoteticamente te encontrarías)

Volviendo al centro del asunto, te diré que pasas por alto el problema de la legitimidad de la propiedad. El asunto central del libertarianismo, no es la defensa a ultranza de los títulos de propiedad legitimados por el estado, sino la de aquella "propiedad natural" que nace de la transformación originaria de la cosa en cuestión y del intercambio voluntario, por contrato, con otros propietarios naturales, o que a su vez consiguieron esta por comercio libre.

Aplicando esto a tu propuesta, es históricamente incontestable que este proceso de adquisición de la propiedad no ha sido el que ha seguido ningún estado, sino la arbitraría reclamación de jurisdicción, la injusta distribución y reconocimiento de muchos títulos de propiedad, o directamente el expolio mediante la guerra y la represión popular. En base a esto, los estados serían propietarios ilegítimos del territorio y bienes que declaran bajo su jurisdicción, por lo que su legislación e impuestos, en modo alguno pueden ser considerados deribados de un legitimo derecho de propiedad.

Hace poco tuvimos una discusión parecida, causada por la comparación del comentarista Bastiat entre un estado y una comunidad de vecinos, en el blog de Albert Esplugas en la que este sostuvo muy acertadamente, (aunque sin llevar el argumento hasta sus ultimas consecuencias, puliendo así algunas contradicciones del liberalismo clásico de siglos pasados):

"El Estado se arroga un derecho sobre nuestras propiedades por ubicarse éstas en un determinado territorio, y luego nos dice que podemos votar aspectos varios de su gestión sobre ese territorio. Comparar una comunidad de vecinos con el Estado es como comparar una comunidad de vecinos con la mafia: el mafioso puede decirte que o le pagas impuestos o te echa del barrio. Y puede también dejarte participar en la gestión de algunas actividades vecinales. La cuestión es que el mafioso no tiene ningún derecho sobre tu propiedad porque no ha mediado consentimiento, aunque estés en "su" territorio, como tampoco lo tiene el Estado, que clama tener jurisdicción sobre tu propiedad sin que haya mediado consentimiento por tu parte".

"¿La permanencia en un determinado territorio implica aceptar el dominio del Estado sobre ese territorio? Hay quien razona del siguiente modo: si alguien no quiere someterse a los dictados del Estado que rige el territorio es muy libre de marcharse a otro lugar; si se queda está aceptando tácitamente su legitimidad. Pero permanecer en un país sólo implica consentimiento tácito si se asume que el Estado tiene en primer lugar un derecho sobre ese territorio. ¿De dónde se sigue el Estado tiene con carácter previo un derecho de propiedad sobre todo el territorio nacional? La respuesta no puede ser "porque la población consiente tácitamente al quedarse en el país", pues ésta sería la consecuencia de que el gobierno tuviera ese derecho, luego no puede ser su causa. Dicho de otro modo, es como si el mafioso de un barrio exige a un individuo que ha abierto un negocio en la zona que le entregue una parte de sus ingresos. ¿Es legítima la acción del mafioso por el hecho de que el individuo haya decidido abrir el negocio en este barrio y no en otro? Obviamente no, porque el mafioso no tiene ningún derecho a extorsionarle en primer lugar. El mafioso no es el dueño del barrio, lo mismo que el Estado no es el dueño del territorio."

Dicho esto, imaginate el anti-estatismo libertariano como una consecuencia lógica de la defensa de la propiedad natural. El anarquismo de mercado es, en último termino, una reacción contra el crimen, lo que comprende la expropiación y reclamación indebida de títulos de propiedad, jamas adquiridos mediante la transformación original ni el intercambio voluntario entre las partes.

Por tanto el estado no es un propietario legitimo[1] y sus impuestos no son rentas, ni sus leyes normas emanadas del derecho de propiedad. El estado es la antítesis de ello.

[1] He obviado en la entrada toda la problemática de la legitimidad de los títulos de propiedad de determinadas corporaciones y empresarios pro-estatistas, y he respondido sobre la legitimidad de la propiedad del estado.

viernes, agosto 15, 2008

Judas se encabrona y me veta de su blog. Contestación a Resiliente sobre la libertad de armas



Voy a colgar un comentario que quise dejar en el blog de Judas en el post sobre maltratos domésticos - que comenté ayer -, pero no fui capaz. No sé si ha sido intencionado o un error, pero como de todas formas Judas me ha dedicado un párrafo insultante posiblemente porque el pobre este un poco trastocado por sus traumas personales, pues lo pongo aquí.

En primer lugar el comentario de Judas del que hablo:
"En tu casa escribe lo que te dé la puta gana, niñato, pero si no sabes ni en qué mundo vives no le faltes el puto respeto a los demás, mamón. Y sí, te llamo niñato y mamón porque alguien que escribe esto: «Pues si, señorita, hay algo que se llama responsabilidad personal.» como respuesta a las agresiones domésticas sólo merece desprecio. En cristiano, niñato mamón, que te vayas a la mierda. Que no eres bien recibido aquí".
Judas Hace referencia a mi contestación a una comentarista que afirmaba perlas como estas que yo califique como opiniones "femitontistas":
"Al final siempre se acaba escribiendo sobre el mismo tema: sobre la culpa que tiene una mujer que permite que el marido le pegue (hay tan, pero tan poca empatía en quien dice eso)"

"La pasividad se educa. Desde el inicio. Desde que a las niñas se las viste con falditas y vestiditos monos que dificultan los movimientos. Desde que te dicen que te sientes bien como una señorita. Desde que los niños ocupan el centro del recreo (¡están jugando al fútbol!) y las niñas la periferia, las esquinas. Desde que los anuncios de juguetes para ellas no muestran casi ningún movimiento y colores pasteles, todo muy dulce porque las mujeres tenemos que ser dulces -a mí han llegado a decirme que las tías que hablan de sexo no tienen glamour y que con las mujeres no se puede hablar de política porque no tenemos capacidad de abstracción: ahí queda eso- y los juguetes de los niños están llenos de acción y poderío".

Ya que Judas, estando en posesión de un legitimo derecho de propiedad sobre su bitácora, no me permite comentar en su blog, voy a colgar la contestación que ya tenia preparada y no pude publicar a uno de sus comentaristas, cuyo nick es "resiliente" y que escribió:

"No me parece justo pretender que los hombres somos malos con las mujeres y después reclamar que las mujeres sean defendidas por los hombres. ¿No somos iguales? Que se defiendan ellas. Cuando era niño y me agredían otros niños mayores ninguna mujer me defendió jamás. Mi madre me agredía físicamente casi todos los días impunemente".
"Desgraciadamente la actitud noble, valiente y encomiable del Sr. Neira no es acertada, en mi opinión, para los tiempos actuales".
"Yo he pecado en mi vida de ser demasiado valiente, especialmente defendiendo a los demás, y mi experiencia me indica que los demás “utilizan” a los valientes y los abandonan solos en la estacada. Ahora soy valiente solo para lo que me interesa".
"Cada uno que valore, con una profunda reflexión los pros y contras de sus acciones".

"Por cierto, coincido en muchas cosas con las ideas que expresa Kantor. Respecto de lo de llevar armas, comprendo porqué lo dice, pero creo que sería peor el remedio que la enfermedad. Lo que debemos hacer es exigir que se ejerza la autoridad adecuadamente y que los ciudadanos honrados se sientan protegidos y no al revés".

"Aunque mucho me temo que las cosas seguirán así. Parece que tenemos políticos con mala conciencia que se preocupan más de los derechos de los verdugos que de las víctimas. Y así nos va".

"Judas. Yo viví en un tiempo que las hostias se consideraban normales. No me gustaba que fuera así. Lo que sí es cierto es que apenas había delincuencia. Recuerdo que el enemigo público nº 1 en España era un robagallinas: El Lute".

"Yo también interioricé que podía merecer alguna agresión por parte de mi madre. Pero siendo un niño de 13 años pude aprender a liberarme de esa lacra y buscarme la vida por mi cuenta, lejos de la familia, sin ayuda alguna ¿no será más lógica que una persona adulta pueda hacerlo con más facilidad? El que es victimista siempre espera que otros le solucionen los problemas. Incluso puede llegar a acostumbrarse cómodamente a ello".
Y mi respuesta a Resiliente:

Si es cierto eso que dices, eres un autentico héroe. Sacar valor para hacer eso con 13 años y no caer en el victimismo que predican otros....

Aunque te equivocas en suponer que el mejor camino para proteger a las personas es reforzar la autoridad del estado y restringir la libertad de armas.

Si me lo permites, te recomiendo unas lecturas sobre eso.

Saludos
Ética y moral de la libertad de armas por José Carlos Rodríguez

Incapacidad estatal e inseguridad ciudadana
por Jorge Valín

La libertad de armas salva vidas
por José Carlos Rodríguez

"Los alemanes que deseen utilizar armas deberían afiliarse a las SS o a las SA. Los ciudadanos ordinarios no necesitan las armas, ya que la posesión de armas no resulta de utilidad al Estado".
Heinrich Himler

"Un hombre con un arma puede controlar a cien sin ellas".
Vladimir Ilych Lenin


"Este año marcará un hito en la historia. Por primera vez una nación civilizada tiene un completo registro de las armas. Nuestras calles serán seguras, nuestra policía más eficiente y el mundo seguirá nuestro liderazgo en el futuro".
Adolf Hitler, 1935


"Todo buen comunista debería saber que el poder político crece en el cañón de un arma. El partido comunista debe controlar las armas".
Mao Tse Tung

jueves, agosto 14, 2008

Maltrato, altruismo y no agresión

Hace algún tiempo yo tenia una conocida, era mayor que yo, y no había nada entre nosotros ni pretendía que lo hubiese (lo aclaro de antemano para evitar falsas suposiciones). Ella tenia un novio, con el que se iba a casar, que era fascista y un animal de bellota de esos que pueden pisarle la cabeza a casi cualquiera. Solía pegarla en medio de la calle delante de todo el mundo, ella lloraba, discutían, lo típico. Ella seguía con él. Ni se te ocurriera criticarle, porque era lo más. ¿Qué creéis que hubiera pasado si por un casual alguien hubiera intercedido en plan caballeroso en una de estas discusiones de sábado noche? Pues que le hubieran dado la paliza de su vida, y además hubiera sido un acto inútil puesto que ella hubiera seguido con él y se hubiera puesto en contra del héroe “por defenderla”. Si era conocido de ella, probablemente hubiera dejado de hablarle, en lugar de agradecerle el favor. ¿Qué quiero decir con esto? Que una cosa es cuando alguien se encuentra en una situación de maltrato no consentido de la que no se ve con fuerzas o medios para escapar debido al temor que le pueda infundir el maltratador, y otra cuando existen palizas y se aceptan en pos de un amor, sin duda vicioso, pero totalmente legitimo. Nadie tiene el derecho a meterse en la vida de otros e imponerles que es lo mejor para ellos. Por supuesto, si que se puede, o se debe (moralmente hablando en mi opinión) ayudar a aquellas personas que se encuentran en una situación así de la que no pueden salir por si solas, queriendo hacerlo.


Y es que hay personas a las que gustan este tipo de cosas, ¿Cuántas novias insoportables habéis tenido de esas que les encanta discutir por discutir? ¿Cuántas personas hay que mezclan sexo con violencia física de forma voluntaria? La cuestión clave es como discernir unos casos de otros, y esto no puede hacerlo alguien por su cuenta por encima de la voluntad de la persona perjudicada, porque sino nos cargamos directamente el argumento de la libertad humana, ya que esta línea de hacer el bien al prójimo por encima de su voluntad se puede estirar todo lo que se quiera hasta llegar al abierto totalitarismo. Una vez más tenemos que entender que defender un mundo libre no es igual a defender nuestra visión del mundo por encima de la de los demás, incluyendo aquello que es bueno para otros en contra de su voluntad y opinión. Como se suele decir la sarna con gusto no pica. Aunque a mi me parezca moralmente aberrante que se maltrate a otra persona en cualquier circunstancia, si este maltrato se acepta voluntariamente no tengo derecho a impedirlo por la fuerza, imponiendo mi visión de lo que es virtuoso o vicioso por la “dialéctica de las pistolas”, puedo intentar convencer a la otra persona de que ese camino no es bueno para ella, y si accede voluntariamente ayudarla a dar el paso.


La cuestión es ¿como diferenciar estos casos de otros que son mero teatro de personas que practican un amor pernicioso basado en el autosacrificio, y que en definitiva están haciendo lo que quieren voluntariamente en virtud de su vicioso código moral altruista? Supongo que es cosa de prudencia y de una virtud atrofiada bajo el místico yugo del estatismo: el sentido común.

Todo esto viene a razón de un artículo de Judas, en el que se encoleriza con un artículo del Erpayo bastante polémico, y que yo no conocía hasta ver la entrada de Judas (y es que no me leo toda Red Liberal, ni contesto a todo con lo que no estoy de acuerdo, porque siempre hay algo. Es lo que tiene ser la minoría de la minoría.) La verdad es que el tema del maltrato me resulta aberrante como la violación de derechos de propiedad de una persona que es, pero como no veo la televisión tampoco me afectan las locuras colectivas causadas por la propaganda de los medios, ni tengo un padre maltrador ni tengo pensado maltratar a mi esposa. Prefiero emplear mi tiempo en combatir crímenes que si que nos afectan a todos como el robo estatal, o el prohibicionismo. Cada cual elige sus prioridades en la lucha contra el crimen, me parece muy bien.


Me molesta que Judas relacione la ética de la libertad y al anarquismo de mercado con injuriosas opiniones vertidas, casi con toda seguridad por personas que no son ancaps en la bitácora de Erpayo. Pero se le disculpa porque es un tema que le toca demasiado en lo personal y ante estas cosas hay que ser algo más comprensivos porque cuesta ser objetivo.


Judas comente el error de confundir su caso, que sería el que he explicado antes de una persona que esta siendo maltratada reiteradamente (se posee conocimiento de ello, etc) y necesita ayuda para salir de ahí queriendo hacerlo, y el del tipo que se mete en medio de una discusión de desconocidos en contra de la voluntad de la “victima” (si ella consiente no es crimen, es contratación voluntaria). No es que el tío sea un feminazi o un “pagafantas capullo”, no. Simplemente es alguien con un sistema moral demasiado altruista, como acertadamente señala Eigen (el no ancap por decisión propia que quede claro a los quema-anarquistas):


La influencia del feminazismo se manifiesta en los programas -de tinte rosa o no- de los medios al comentar la noticia, ¡sin duda!, pero atribuirla al protagonista del suceso es pasarse tres pueblos u obsesión por ver al diablo por todas partes. No actuó correctamente, pero no por feminazismo, sino por intuir una obligación moral donde no la había.

Eso de "he llamado a la policía" o "voy a llamar a la policía" ha de decirse desde una ventana o desde el coche, o portando un arma... Debe asegurarse una posición de ventaja sobre el agresor. Lo demás es sacrificarse.

En fin, si Vd. se sacrifica y se somete a riesgos no puede exigir cuentas por ello al beneficiario de su sacrificio. Le toca aceptar el que la agredida esté también en contra suya. Quienes elogian el sacrificio buscarán también que otros se sacrifiquen por ellos. Por ello, los riesgos han de correrse cuando lo que se puede salvar se valora más que lo que se pone en riesgo, sin valorar reconocimientos potenciales que pueden no llegar.



Es decir, el tío, cegado por su moral altruista creyó que lo virtuoso era sacrificarse, ayudando a alguien que no le importaba nada, asumiendo un riesgo desproporcionado y además haciendo técnicamente mal su cometido. Debió hacer el juicio de sentido común al que antes nos referimos para diferenciar un maltrato no consentido de una movida rara entre dos viciosos consentida voluntariamente. Actuar como actúo siempre conlleva un riesgo, el de intrometerse en una relación consentida y convertirse en “el malo”, en lugar de en el héroe.

Pudiera ser que su mentalidad excesivamente altruista le llevara a correr demasiados riesgos sobre su persona por ayudar a alguien que no conoce de nada , pero eso no quita que la agresión del otro no deba de ser condenada, o incluso sea aplaudida, eso es vomitivo. El agredido es una victima del “maltratador”, la mujer que le defiende y acepta los castigos físicos no. El agredido no es un héroe, pudo haberlo sido si hubiera sido un verdadero maltrato no consentido. El asumió el riesgo con su acción de resultar lo uno u lo otro, no cabe aplaudir la acción fracasada en un caso con resultados no esperados, en base a la moral altruista, puesto que puede que el resultado de la acción sea la señal que nos indica que ese código moral en ese caso concreto no fue funcional. Pero tampoco cabe usar un malentendido como excusa para iniciar la agresión sobre otro. Podría interpretarse comúnmente el llamar a la policía contra un inocente como la iniciación del uso de la violencias por medio de agentes, pero en este caso opino que no, porque la duda podía llegar a ser razonable (normalmente la gente no se golpea entre si por gusto en plena calle), y además aviso de que había llamado a la policía, luego dejo margen de maniobra para eludir a los perros de presa gubernamentales.


Judas niega que se puedan dar casos de maltrato consentido, y que uno debe de ponerse en la situación de la otra persona, determinar que es lo mejor para ella por encima de su propia opinión y recurrir a papá estado si hace falta para que las cosas tengan que ser “como deben ser”. No conviene olvidar que es el mismo estado que mantiene una criminal prohibición de armas de fuego, acrecentando la ventaja física de un hombre fornido sobre una mujer. "Dios hizo a los hombres, John Colt los hizo iguales", reza el lema.


O sea, que cuando una mujer está enamorada, con lo que ello implica de irracionalidad (no sólo en cuanto no racional, sino a veces incluso contra la razón) el tipo puede encerrarla en casa y, entre paliza y paliza convencerla de que es una mierda de persona tal que nadie la va a querer más que sus puños, que sólo él la quiere, que le pega por amor y mil cosas más que destrozan mentes, y cuando a los cuatro años esa mujer sale a la calle y dice «es una bellísima persona» y que «la quiere» entonces le echamos la culpa a ella.


¿Realmente no comprende que hay personas que desean eso voluntariamente? ¿Por qué tratarlos como infrahumanos diciendo que no son racionales y que por tanto no eligen? ¿Sabes lo que es el BDSM extremo 24/7? Puede que la gente que voluntariamente decide ser maltratada por otra nos parezca viciosa o chiflada, pero no debemos de olvidar que son personas cuya voluntad es tan respetable como la nuestra, y que no tenemos derecho a imponer nuestros puntos de vista por la fuerza acerca de aquello que dos personas libremente acuerden entre si. Los sadomasoquistas son tan dignos como nosotros, todo lo criticables que se quiera en sus puntos de vista altruistas extremos, todo lo objeto de ayuda y concienciación voluntaria que se quiera. Pero nada debe de cruzar la línea de la no agresión.

martes, julio 15, 2008

Alfredito, el destape final: más claro, agua

"La guerra filosófica entre conservadores y libertarianos se inició hace doscientos años, cuando cayó la primera cabeza de la aristocracia francesa como declaración de guerra contra el viejo orden. Los libertarianos son los discípulos de la Ilustración y defensores de la Revolución Francesa. Ellos son los hijos bastardos de Thomas Paine y de Rousseau".


"No es cierto que la legitimidad del Estado dependa exclusivamente del consentimiento tácito, como los libertarianos nos quieren hacer creer. El contrato social es la legitimidad que da la historia y las tradiciones y que van mucho más allá de una sola generación. El presente no es libre"



"La siguiente cuestión filosófica en la que los conservadores y libertarianos cruzamos espadas es en el concepto de libertad. Los libertarianos creen que la libertad es la primera prioridad de cualquier sociedad. Pero la libertad que ellos valoran es ajena, individual, y egoísta. La suya es una libertad abstracta divorciada de orden y virtud. Ven la libertad como algo bueno en sí mismo. Los conservadores creemos que el orden es la primera prioridad de la sociedad"


"El individualismo es el próximo campo de batalla entre los conservadores liberales y los libertarianos a secas. Esta gente posee una ideología del individualismo que niega que la vida tenga un sentido distinto que no sea la gratificación del ego. Ellos prevén una utopía del individualismo donde el hombre existe por su propio bien y el ser humano es reducido a elementos atomizadores. El egoísmo es una virtud, dice el libertariano. Los conservadores reconocen que esta unidad social básica no es solo el individuo sino también el grupo - grupos autónomos y privados como la familia, la iglesia, la comunidad local, el barrio, la universidad, el gremio, etc. Estos grupos intermedios entre el individuo y el Estado ayudan a preservar el orden social. El ser humano esta hecho para la cooperación, al igual que los órganos del cuerpo se complementan."

"
En conclusión, el libertarianismo es igual de anatema para nosotros los conservadores como el marxismo y debe ser combatido por igual y con la misma dureza."

"Al menos mi gestión dentro de RL la va arreglando un poco (limpiandola) tanto de meapilas beatos y de elementos radicales como tú."

¿Donde habré yo escuchado algo parecido a todo esto?



domingo, julio 13, 2008

Agorismo: End The Drug War !

Un vídeo sobre la guerra contra las drogas. Creado por SexPolStudios, que actualmente dice estar trabajando en un documental completo abordando el tema desde un punto de vista agorista.

jueves, julio 10, 2008

Carta abierta a todos los liberales - Francois Tremblay


Queridos liberales:

La mayoría de vosotros habéis puesto todas vuestras esperanzas en Ron Paul. Ha sido derrotado en el concurso de popularidad que llamamos "el proceso democrático".

El Partido Libertario ha existido durante más de treinta años, sin resultados concretos en su andadura, excepto unos pocos puestos locales irrelevantes. Tal vez creéis que esta es la única solución. Tal vez creéis que la única alternativa a los males políticos es una revolución violenta, y, por tanto, preferís estos males a esa violencia, y los llamáis "necesarios" (como si algo malo debiera ser necesario).

“El sufragio es… impotente y poco fiable. Se puede ejercer sólo periódicamente, y así la tiranía, debe ser aceptada, al menos, hasta el momento de volver a votar. Por otra parte, cuando el sufragio se ejerce, no da garantía para la derogación de las leyes existentes que son opresivas, y no da seguridad contra la promulgación de otras nuevas que lo son igualmente”.

Lysander Spooner

O quizás ahora ya puede estar llegando a la misma conclusión que los escritores Anarquistas han señalado durante siglos:

Los medios políticos no han producido nunca la libertad duradera. Los medios políticos no pueden engendrar nada más que el sustento de más medios políticos. Sólo la separación y el principio de resistencia pueden producir la libertad duradera.

Con muy pocas excepciones, ningún gobierno se ha hecho más pequeño por medios políticos. No ha existido ningún movimiento por la libertad que haya resultado exitoso que no se haya guiado por los principios de separación y resistencia.

Desde Étienne de La Boétie, precursor de los modernos movimientos Anarquistas en el siglo XVI, hasta Murray Rothbard, fundador del moderno movimiento anarquista de mercado, todos están de acuerdo: la separación es la mejor manera de oponerse al cada vez mayor Estado.

El más seguro signo de locura es hacer la misma cosa una y otra vez, esperando resultados distintos. Libertarios, ¿es eso por lo que habéis trabajado?, y si no, ¿por qué seguir haciendolo? ¿Mantener “el compromiso constante de los principios” (que culminó con el nombramiento de Bob Barr como candidato, que es casi tan libertario como George Bush) ha dado lugar a algún éxito?

“Gradualismo en la teoría es la perpetuidad en la práctica”.

William Lloyd Garrison, movimiento de emancipación

Usted cree en el gobierno pequeño. Estamos de su lado. Pero el libertarismo no puede alcanzarse por medios políticos, y no puede ser conseguido por la revolución violenta. La única manera a través de la cual el libertarismo puede resultar es la separación. Este es el método que los Anarquistas de mercado siempre han predicado y seguido.

¿Cómo puede la separación tener éxito donde los medios políticos y las revoluciones violentas fallan?

Debido a que el Estado sólo puede sobrevivir cuando nosotros, la gente, creemos en su legitimidad y la validez de la ley estatal, la "justicia" de Estado, la guerra, la fiscalidad y la democracia como "males necesarios." Si tan sólo un 10% de las personas en cualquier sociedad se negaran a la votación, se negaran a pagar sus impuestos, se negaran a reconocer la legitimidad de los tribunales estatales y la policía del Estado, establecieran sus propios tribunales voluntarios y su propia seguridad, y promoviesen una solución pacífica, un modo de vida voluntario para la mayoría, entonces el Estado quedaría expuesto como el banda criminal que es.

Si un millar de hombres no pagaran sus impuestos este año, eso no sería una medida violenta y sangrienta, como lo sería pagarlos, y habilitar al Estado para cometer violencia y derramar sangre inocente Esta es, de hecho, la definición de una revolución pacífica, si tal cosa es posible. Si los recaudadores de impuestos, o cualquier otro funcionario público, me preguntara - como alguno ha hecho- , «Pero, ¿qué debo hacer?" Mi respuesta sería:

“Sí realmente deseas hacer algo, dimite de tu cargo” Cuando el súbdito se haya negado al vasallaje y el funcionario haya dimitido de su cargo, entonces tiene lugar la revolución

Henry David Thoreau

Pero la mayoría de vosotros no buscáis la anarquía. Esto es bien sabido. Sin embargo, algunas Anarquías de mercado en el pasado han tenido una legislación o una estructura de aplicación de la ley (por ejemplo, el bien documentado ejemplo de Islandia). Me gustaría haceros ver que la creación de esa estructura es mucho más probable que cualquier victoria política libertaria. Una vez que el Estado se disuelva, creo que la mayoría de la gente se uniría fácilmente a los principios de libertad que propugnan: "siempre y cuando usted no me agreda, yo no le voy a agredir".

Ron Paul tenía un montón de buenas ideas, pero él se equivocó en una cosa. Creía que el "papel del gobierno" es protegernos y servirnos. Ningún gobierno en la historia ha hecho esto nunca. El papel del gobierno es engañar, robar y matar, para el beneficio de sus miembros. Estamos constantemente observando que se trata de un hecho en todas sus acciones.

Enganchad vuestros vagones al nuestro. Tenemos los ideales, los argumentos y los métodos para cambiar la sociedad para siempre. Con vuestra ayuda, no podemos fallar.

Francois Tremblay, en nombre de todos los Anarquistas de mercado.

martes, junio 10, 2008

Agorismo, Matrix y Liberalismo

Todas las grandes historias pueden ser interpretadas desde muy distintos puntos de vista. Mucha gente encontrara distintas analogías. Es esto lo que hace grandes a estas historias. Por ejemplo la obra cumbre de Tolkien tiene distintas interpretaciones, algunas de ellas de corte anarquista o liberal. Si estas historias se pueden observar desde tal diversidad de prismas, es porque son las Historias con mayúsculas, la historia de la misma humanidad. El mismo Tolkien huía de analogías simplonas, de ahí la inmortalidad del relato.

Otra de estas grandes historias, es Matrix. Matrix puede observarse desde una perspectiva filosófica, desde el punto de vista de la ciencia ficción (uno de los campos que más ha cultivado el agorismo en el pasado, por cierto) o desde una óptica religiosa.

Matrix es un lujo para el agorista, la analogía con respecto a la critica libertaria a la falsa religión del estado se adapta a la perfección. Hoy quiero traer otra idea que puede encontrar su reflejo en la trilogía.

En la primera parte, hay una escena que me ha llamado la atención:

Matrix es un sistema, Neo. Ese sistema es nuestro enemigo, pero cuando entras ¿a tu alrededor qué ves? Hombres de negocios, profesores, abogados, carpinteros. Son las mentes de los mismos que intentamos salvar. Pero hasta que no lo hagamos, siguen formando parte de ese sistema y eso hace que sean nuestros enemigos. Tienes que entender que la mayoría ellos no están preparados para ser desenchufados y muchos están tan habituados, dependen tan absolutamente del sistema, que lucharían para protegerlo. ¿Estabas escuchándome, Neo? ¿O mirabas a la mujer del vestido rojo?

Es una idea extendida en los círculos liberal/libertarios españoles de que la alianza estratégica y preferente entre liberales estatistas y anarquistas de mercado es algo obvio, necesario y que además no tiene sentido discutir, puesto que en definitiva "nuestras ideas son básicamente las mismas", así que "unámonos y ya veremos que hacemos con el estado cuando llegue el minarquismo". En la arcadia actual del liberalismo patrio parece haberse llegado a un compromiso: este debate es una perdida de tiempo, hay que buscar aliados para influir políticamente de alguna forma, ya sea en los "electores" o en los candidatos con el objetivo de limitar al gobierno.

El problema es que esto se ha revelado como un objetivo inalcanzable, el liberalismo es un imposible como ha demostrado Huerta de Soto, el economista austríaco. Los liberales clásicos han de evolucionar a posiciones anarquistas, si quieren ser consecuentes con los principios de no agresión y de libre mercado.
Para el agorista, el objetivo no es una quimérica limitación del leviatán, sino la desobediencia interesada. Desde este punto de vista es irrelevante que un estatista sea marxista o friedmanita, ambos están cumpliendo la ley, ambos obedecen al estado, ambos alimentan al sistema criminal que combatimos. Después de todo, un estatista podría en cualquier momento ser victima de los remordimientos hacia su deslealtad con el gran hermano y denunciar las ilegales actividades de los agoristas, ¿no?.

No solo eso, el libertarianismo no es un credo político, sino ético. Su misión fundamental es instaurar una sociedad en la que se protejan los derechos individuales propios de cada individuo. Esto solo puede pasar si la gente adopta comportamientos afines a estos principios de Justicia. Por eso no tiene sentido decir que el anarquismo y el minarquismo son prácticamente lo mismo, se requiere una autentica revolución individual para dar este paso. No es tarea fácil librarse de años de indoctrinación ni ignorar la presión social.

Gene Callahan lo explica más o menos bien en este artículo traducido por mis camaradas Manuel Lora y Fernando Barrera:

La más crucial de las brechas políticas
Imagínese dentro de una sala atestada de hombres, cada uno de ellos ansioso por argüir su posición en lo concerniente al tema del maltrato a las esposas. Algunos de los asistentes defienden el derecho a maltratar a sus mujeres siempre que les hayan molestado. Otros consideran que esa postura es demasiado severa y afirman que sus esposas sólo deben ser maltratadas en ocasiones más importantes, tales como, por ejemplo, las relacionadas con la economía doméstica. Por último una tercera facción sostiene que el abuso conyugal sólo esta justificado en los casos más cruciales y solamente de no encontrarse medios menos drásticos para garantizar el resultado deseado: por ejemplo, cuando su esposa no contribuye tanto como uno cree que debería a la seguridad familiar.

Sin embargo, usted encuentra tales acontecimientos totalmente aberrantes, ya que considera que el maltrato a cualquier persona es inmoral, aun si fuera la única manera de alcanzar un fin deseable e importante. Usted cree que la violencia contra el prójimo sólo está justificada como autodefensa y solamente en la intensidad necesaria para detener al agresor. Imagine su asombro si los miembros del grupo que aboga por el abuso contra las mujeres solamente en circunstancias extremas le declaran que son sus aliados naturales, proclamando que la diferencia entre su posición y la de ellos no tiene mucha importancia comparada con la gran brecha que separa a los abusadores mínimos de los que están más entusiasmados con la práctica. Usted, discrepando, diría que lo que tienen en común los "pequeños" agresores con el resto de la asamblea es la voluntad de maltratar a su esposa si es que con ello obtienen el fin que han determinado como valioso, y que esto tiene mayor trascendencia que el hecho de que la cantidad de palizas descargadas sobre sus mujeres por estos "pequeños" agresores (digamos, unas cinco al año) esté más cerca a su total ideal (cero) comparado con el resto de los agresores (que le darían una paliza diaria).

La situación descrita anteriormente es análoga a la que me encuentro cuando, por ejemplo, estoy en una conferencia y oigo a un liberal minarquista afirmando que la diferencia entre el minarquismo y la anarquía está separada por una estrecha barrera que es casi indetectable si es que se mira desde una perspectiva global que tenga en cuenta el amplio abanico de las actuales posiciones políticas. Dice, por ejemplo: "Cuando reduzcamos las responsabilidades del estado a tan solo proveer defensa y protección de la vida y la propiedad, nosotros los minarquistas y Ustedes los anarquistas tendremos bastante tiempo para poder discutir la posibilidad de deshacer el estado completamente."


Aunque estoy perfectamente dispuesto a cooperar con cualquier persona que comparta un objetivo político conmigo, creo que el concepto señalado, que los minarquistas y los anarquistas son prácticamente indistinguibles fuera de un pequeño e irrelevante desacuerdo, es profundamente erróneo. De hecho, en cuanto traigo a colación la cuestión política más importante, la brecha entre los minarquistas y los anarquistas es gigantesca, mientras que la separación entre los minarquistas y, por ejemplo, los estalinistas, es relativamente pequeña: Los anarquistas rechazan la noción de que está permitido emplear la violencia contra alguien que no ha cometido un acto de agresión, independientemente de cuánto se desee que esa persona inocente coopere con sus fines o cuán importantes sean. Los minarquistas, empero, defienden el derecho a iniciar la agresión bajo cualquier circunstancia donde ellos decidan que el uso de la coacción es realmente útil. La diferencia entre minarquistas y totalitarios es sólo de grado: el totalitario considera bastantes más fines políticos de tal importancia como para ser obtenidos mediante la violencia contra individuos pacíficos que los que reconocerían los liberales partidarios del estado mínimo. El socialista argumentaría que proveer a cada ciudadano con cuidado médico gratis es tan valioso que requiere que se use el omnímodo poder del estado para forzar la cooperación hacia ese fin, mientras que el minarquista no reconoce ningún fin fuera de la provisión de defensa contra agresores no-estatales o de un estado extranjero, y estará dispuesto a usar la violencia para que apoyen ese fin. Sin embargo, los dos están de acuerdo en que, si uno de los fines se considera suficientemente útil y valorado, entonces es aceptable la iniciación de la violencia contra aquellos ciudadanos que no compartan voluntariamente esa idea, y también contra los que la valoren simplemente menos que uno mismo. (Que esto último es verdad puede vislumbrarse considerando que aunque dos personas estén de acuerdo en que el estado deba mantener un ejército para la defensa de una posible invasión, pueden diferir sobre cuánta riqueza dedicar a tal empresa. El que apoya mayores gastos militares debe estar dispuesto a emplear la fuerza contra el otro simplemente para convencerle de que aumente su contribución más allá del nivel que elegiría libremente, libre de cualquier amenaza.)

Nada de lo que he dicho previamente implica que un minarquista, o cualquier persona que apoye la existencia del Estado sea necesariamente una mala persona. Es más, creo que la gran mayoría son probablemente personas decentes con ideas erróneas. De hecho, un anarquista puede ser en otro aspecto de su vida más miserable que un estatista, a pesar del hecho de que esté en lo correcto en el asunto atinente a la existencia del Estado. Así pues, yo veo que la distinción entre anarquista y estatista es la más fundamental brecha política. Una vez que uno acepta la noción de que iniciar la agresión es aceptable bajo algunas circunstancias, queda abandonado el fundamento de la libertad humana y todo lo que nos queda es discutir qué grado de esclavitud es aceptable. Habiéndose aventurado en tal camino, los liberales minarquistas no deberían sorprenderse ante las dificultades que afrontan al intentar contener el constante crecimiento de su Estado Gendarme.

¿Quiero decir con esto que debemos de apartarnos de los minarquistas completamente? No, tengo muy buenos amigos entre los minarquistas, y tenemos muy buenos bloggers minarquistas con los que no me importa compartir agregador, conferencias y cañas... simplemente que desde el punto de vista estratégico no tiene sentido hacerles el juego político, es de hecho contraproducente: anarquía en la teoría es anarquía en la práctica, no criticar al sistema para luego formar parte del mismo. También es necesario incentivar las opiniones anarquistas, no aplaudir ni un 1% de estatismo entre las opiniones minarquistas y volver a abrir este debate como un procedimiento constante para expandir el mensaje de desobediencia anarquista de mercado.

a3!

jueves, mayo 22, 2008

La Incapacidad de Daniel Rodriguez para diferenciar entre una cosa y otra

Esto es como cuando en la serie "Me llamo Earl", ocurre algo sorprendente, la imagen se queda congelada con su protagonista con cara de asombro balbuceando "¡su puta madre!". Con este símil se comprenderá mejor la cara que se me quedo a mi cuando leí el último post de Daniel Rodriguez Herrera, propietario de Red Liberal y vicepresidente del Instituto Juan de Mariana, en el que dice:

"se puede ser homófobo y liberal si no se quiere que el Estado encarcele a los homosexuales o les ponga traba alguna, como esto de las leyes contra la sodomía. Se puede ser judeófobo y liberal si odiando a los judíos no desean recluirlos en ghettos o reducirles sus derechos como ciudadanos por el hecho de su religión o su origen. Se puede ser anticlerical y liberal si aborreciendo a los curas, monjas y frailes no se pretende quemar conventos ni negar los derechos de expresión o asociación por el mero hecho de ser católicos y formar parte de la Iglesia. Es cierto que es difícil conciliar estas posturas, porque a todos, incluyendo a los liberales, nos resulta muy difícil deslindar la moral de nuestras opiniones políticas. No hay más que ver, por ejemplo, la incapacidad de algunos de diferenciar entre una cosa y otra."

Incluyendo un enlace a esta bitácora, dando a entender que yo no puedo diferenciar entre tener una moralidad distinta y pedir agresiones o trabas a terceros en base a juicios morales subjetivos.

Estoy flipando en colores. Por curiosidad, ¿eso que lo deduces de cuando dije?:

"Vamos a ver, el problema no es que le gusten o no los homosexuales. Si odias a los homosexuales y simplemente no quieres tener relación (en la medida de lo posible) con ellos, pues muy bien, no lo comparto pero es legitimo".

"El problema es cuando se les niegan esos mismos derechos a los gays, lesbianas y transexuales, por ejemplo apoyando medidas estatales invasivas de sus derechos de propiedad".

"El problema es cuando de la deaprovación o el prejuicio se pasa a la agresión física (o a la apología de la misma, como es el caso)".
¿O fue cuando "participé" en una campaña contra Smith?, tras un comentario suyo contra los gays diciendo:

"Recientemente se montó una polémica en red liberal por las legitimas opiniones de Smith de Batiburrillo con respecto a la homosexualidad. Hubo quien se ofendió, no sin razón, desde mi punto de vista".

Es decir reconociendo su derecho a pensar y a discriminar en su ámbito de forma pacífica a quien le diera la gana. Pero introduciendo un juicio moral propio: me repelen los comentarios homofobos, pero los tolero.

O quizas fue cuando postee un par de capítulos de south park centrados en esta problematica:

Uno de ellos tiene como moraleja que uno no tiene derecho a imponerle su verdad a nadie y aceptar sus decisiones en el ámbito de su propiedad. Caracterizandose esto en la serie cuando un homosexual decide no aplicar una sentencia favorable contra un club privado de exploradores que lo expulsó por ser homosexual de acuerdo a sus normas.

El otro enseña que la tolerancia consiste en soportar aquello que nos desagrada moralmente, no en aceptarlo necesariamente. Nuevamente con la homosexualidad como tema central.
O mejor, quizas fue cuando el Salmantino le dijo a Alfredo:

"Dejando al margen, por los motivos citados, la repugnancia moral que me producen tus opiniones, podrías ser perfectamente liberal si sólo fuesen eso, tus valoraciones personales, pues liberales los hay feos, guapos, cojos, mancos, atletas, bordes, simpáticos, gays, lesbianas, hereros, bisex, creyentes, ateos, agnósticos, homófobos, machistas, racistas, xenófobos... El asunto es cuando se traslada la moral personal al terreno de lo que es o no es legítimo. Y tú, como otros que curiosamente te critican, por cierto, cruzas ese umbral sin sonrojo aparente y de manera especialmente grave (valga el ejemplo de la sodomía). No hay liberalismo posible por ese camino, independientemente de carnés de un tipo u otro y te pongas como te pongas."

Y yo comente a continuación:

"Esa es la barrera, en el momento que pasas de no me gustan los gays, a el gobierno debería de regularlos, castrarlos, o en definitiva usar la fuerza contra personas inocentes, te sales fuera de la ética liberal".

"Vaya por delante que yo no tengo nada en contra de los homosexuales como no lo tengo de los que tienen los ojos azules. Simplemente me parece absurdo juzgar a la gente por esas cosas, pero allá cada cual con sus prejuicios mientras solo sean eso. Y no apologías de agresiones contra unos u otros."


Mira Dani, no se a que juegas, decidiste que había que postear algo aclarando tu postura ante el polvorín de gente con razón asustada por las opiniones vertidas en ese blog. Y de paso, decidiste darme la puñalada, equiparandome falsamente a mi con ese comportamiento, que después de que lo enlazaras (y de esto no se te puede culpar, claro esta) paso a ser algo más que opiniones que pudieran parecer inmorales: se paso a la apología descarada de agresiones contra homosexuales por parte del estado. La razón no se da en función de quien dice algo, sino en función de lo que se dice, si queremos ser honestos. Así que no entiendo esa animadversión hacia mi persona por "coincidir en el bando" en este tema con algunos con los que puedas tener otras disputas en la blogoesfera. Espero sinceramente que no se trate de eso y sea otro error.

¿Que quieres que te diga? cuando vi ese blog en red liberal, horrorizado, intervine, posteando fragmentos de las cuestionables opiniones de Alfredo. Algunas iban más allá del mero rechazo pacífico (leyes contra los sodomitas, tortura, etc...), y no antes para llamar capillitas a Smith o a quien fuese. La verdad os hará libres, dicen.

P.D: ¿O quizás cuando le recomendé la lectura del texto sobre los vicios y las virtudes de Spooner?

""Honestidad es el reconocimiento del hecho de que lo irreal es irreal, y que por lo tanto no tiene valor" Ayn Rand

martes, mayo 20, 2008

Liberalismo, south park y homosexualidad (Actualizado)

Una vez más podemos apreciar un sano mensaje libertariano en un capítulo de esta genial serie. En este caso el tema es la discriminación homosexual y su relación con la libertad individual.

www.Tu.tv



Como complemento añado "el campo de la muerte de la tolerancia", vídeo que ya postee en su día, pero que fue quitado rápidamente de youtube. Trata la homosexualidad, la tolerancia y la hipocresía de nuestros días. Si los lectores y bloggers de la blogoesfera liberal tuvieran claro el mensaje de estos dos capítulos, nos ahorraríamos muchos problemas.

www.Tu.tv

miércoles, mayo 14, 2008

Activismo Libertario: A Candid World, Nuevo vídeo del Free State Proyect (y más cosas)

Os traigo un nuevo vídeo-trailer del ya conocido por estas aguas Free State Proyect, espero que lo disfrutéis:

Al igual que hace Brad Spangler, a mi también me gustaría felicitarles por sus prácticas no parlamentaristas, (desobediencia civil, educación en libertad...). Además, han abierto una nueva web con el título de este vídeo.

Hay en la red muchos de sus vídeos que pueden dar ideas -y resultar entretenidos- a los activistas libertarianos del mundo hispánico. Pienso que este tipo de actos simbólicos o de desobediencia hacen por romper el miedo a quebrantar la ley de la mafia, y animan a la unión entre libertarianos, lo cual va en favor de la formación del ágora.

Aquí una quema de banderas, ¿A qué estaría bien emularlos? Podríamos llevar las de las Comunidades autónomas (sean proto-naciones, naciones históricas o lo que se quiera), la del estado Español, la de la Unión de criminales Europeos (U.E) y la mejor para el final, las Naciones Unidas... ¡nos pasaríamos el día quemando banderas y comiendo tortilla de patata en el campo!.


Más ejemplos suyos:


Además, también me gustaría anunciar que entre los días 9-15 de Junio van a celebrar su Festival del puercoespín ´08. Conciertos, fogatas, campeonatos de tiro... un autentico festival libertariano en el que compartir el lema "vive libre o muere" con los compañeros y la familia.

¿Para cuando algo así en nuestro país?. ¡Larga vida a la revolución no violenta! A3!

martes, mayo 13, 2008

En Siracusa semos así (Actualizado)

Parece que ahora que nuestros vecinos Siracusanos han expuesto la inutilidad de dar la batalla de las ideas, han contratado a un instructor para que les adiestre en nuevas formas de activismo, "de mayor sofisticación" y acordes con su filosofía.


Aquí podemos ver como funciona en la práctica la creencia en la responsabilidad individual de nuestros bravos siracusanos.


Y aquí a otro de sus líderes explicando como se deben extender exactamente las ideas de la república (que nunca se equivoca).


Ya llega la Democracia!

GOD BLESS SIRACUSA!

lunes, mayo 12, 2008

Snipfer: Otro ejemplo de una opinión nauseabunda en red liberal

Recientemente se montó una polémica en red liberal por las legitimas opiniones de Smith de Batiburrillo con respecto a la homosexualidad. Hubo quien se ofendió, no sin razón, desde mi punto de vista.


Hoy soy yo el que se siente profundamente ofendido por las opiniones vertidas por Snipfer, de forma totalmente legitima, pero que a mi sinceramente me parecen asquerosas y discriminatorias. Dice el siracusano Snipfer en su bítacora entre "la difusa línea que separa el estado limitado de la socialdemocracia":

"dejemos de hacerle el juego a los piojosos porretas"

Sin entrar a el juego de las descalificaciones y los prejuicios vomitivos que destila esta frase, simplemente me gustaría comentar, además que, no contento con la nauseabunda descalificación gratuita y con la apología de la agresión estatal contra quien quiera libremente comerciar entre EEUU y Cuba - recogida en esa entrada- Snipfer forma parte de un nuevo blog junto con Andrés H. Gil von der Walde, Eduardo, el J y Nairu, en el que se dedican a sacar de contexto frases de gente de red liberal para reirse con sus colegas siracusianos de nosotros. Entre las frases podemos encontrar algunas de Daniel Rodríguez Herrera, Carlos J. Muñoz de Morales, de Batiburrillo, Memetic Warrior o incluso de un comentario de Predicciones en este blog.

Solo remarcar que las opiniones de Snipfer en ese post, no me hacen nada de gracia, simplemente me parece asquerosas e ignorantes. Parece que cada vez se confirma más esa sospecha de que si algo viene de Siracusa no puede ser bueno. Es ahi donde habría que, para pagarlos con su misma moneda, "montar un bloqueo" (boicot voluntario) y no en la isla de Cuba para comprar votos de los hispanos.

La mente del intolerante es como la pupila del ojo: cuanta más luz brille sobre ella, más se encoge”. Oliver Wendell Holmes

martes, abril 22, 2008

Un ejemplo de que es lo que le interesa al PP y a la clase política en general


Quien habla de la defensa de "grandes valores" a través de la política es un un tonto, un ignorante de la realidad o alguien que te habla de amos y esclavos, e intenta convencerte para ser él, el que sostenga el látigo. El único objetivo de un partido político y de aquellas personas sin escrúpulos que lo forman es el poder y el dinero. El poder mangonear a sus semejantes, el obtener aquello que no han producido o adquirido en un mercado competitivo de forma voluntaria. Punto.

No importa lo que diga defender cualquier partido, no importan los grandes ideales que sus fundadores quisieran difundir con dicha organización, su único objetivo es el control y el saqueo. Así funciona la lógica de la política. Quien prefiera desenfocar su mente y ver imágenes idílicas con arco iris, mientras recibe el castigo del capataz de la prisión tiene un problema.

Si la chusma política fuera sincera nadie les seguiría, de hecho nadie aceptaría una relación así con sus amigos o conocidos, en su entorno cercano, en el que el ser humano tiende a dejarse de tantas gaitas. Por eso necesitan edulcorar esta relación de explotación mediante la mentira, haciendo creer a todos que se esta luchando en el parlamento y en las urnas para defender grandes principios.

¿A qué viene todo esto ahora? En primer lugar porque creo que el movimiento libertariano de nuestro país se encuentra en una encruzijada, muchos que vienen de la derecha estatista, creen que necesitamos un líder político al que seguir, aún después de la "traición" del último al que en su día encumbraron a esa posición en sus mentes.

Parece que es necesario, tras esta orfandaz involuntaria, volver al sistema cuanto antes, sentirse parte del rebaño. Por eso necesitan a Aguirre. No conciben que los cambios puedan ir de abajo a arriba, todo cambio debe estar orquestado por la misma organización que ha causado los problemas. Ven lo que hay hoy en una imagen congelada ficticia (y ni eso, porque ninguna cabeza puede abarcarlo todo), y no se paran en pensar en lo que podría existir mañana. Ignoran nuevas ideas empresariales solo porque las leyes les amenazan de una forma difusa. Creen que el estado funciona y que su ley es la Ley. Se han creído que el mundo es como dicen que es sus gobernantes y medios de comunicación controlados.


Carecen de una conciencia de clase explotada, consideran que el estado "somos todos", y creen que las distintas facciones políticas compiten por algo más que por el dominio sobre ellos mismos. De esta forma aún siendo críticos, apoyan y sostienen al estado con sus acciones. Creo que esta es una buena oportunidad, tras este golpe, para abrir los ojos, saltar los muros autoimpuestos y respirar hondo observando un nuevo horizonte virgen: la contraeconomía.

Como ejemplo, para mostrar que es lo que realmente mueve a los saqueadores, me gustaría comentaros lo que me acaba de pasar.

He recibido una llamada de una chica de nuevas generaciones del PP (parece que aún me tienen como afiliado), diciéndome que mañana no me olvidara de ir a la facultad a votar por "nuestro candidato" para el rectorado de la universidad de Oviedo. No voy a decir nombres, porque ni siquiera los recuerdo, aunque supongo que cualquiera que este sobre el tema sabrá de que candidato estoy hablando. Y añadió que llevara a todos los que pudiera. La tribu llama a filas ante las urnas, es necesario controlar la sucia universidad del estado, donde se enseñan mentiras para formar los juristas y economistas del mañana. Es necesario colocar a los "nuestros" a chupar del bote. No hay más.

¿Por qué seguir creyendo en mentiras? Descartemos lo imposible y veamos que nos queda. ¿A qué tenemos miedo? Sin contra-instituciones todos estamos a merced del gobierno, sin organizaciones alternativas somos débiles. Pero observemos el tipo de organizaciones que funcionan y son aceptables para los que amamos la libertad y el orden voluntario basado en la soberanía personal (los sujetos realmente existentes), y no en la inexistente soberanía nacional, fuente del actual caos al que llaman hipócritamente orden. No sus contrarias. Rothbard fallo en su llamada "estrategia para la libertad", al prescribir las mismas recetas que siempre: la reforma política. Debemos dejar al genial economista y filosofo del Derecho en este punto de su teoría, y prestar atención a gente como Spooner (que con su compañía de correos nos enseñó la superioridad del mercado sobre el poder centralizado a la hora de prestar servicios a las personas), Wilde, que creo una red de protección que podía haber rivalizado con el estado, o Konkin, que desarrollo las ideas de Rothbard con su agorismo. Solo así tendremos posibilidades de vencer, y lo que es seguro es que podremos vivir como seres humanos libres, y no como lacayos de algún cateto criminal.

A3!

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